Acompañados por Ricardo Alemany, de Halcón Viajes, y guiados en todo momento por guías locales que desvelaban los secretos e historias más significativas de cada uno de los rincones que visitaron, el grupo de más de una treintena de suscriptores emprendió un viaje que difícilmente olvidarán.
El destino, Perú. Nada más pensar en el lugar ya se vienen a la mente imágenes cuanto menos evocadoras y cargadas de mucha historia. No es para menos en un viaje que les ha trasladado hasta el Imperio de los Incas.
Uno de los grandes miedos del grupo era el mal de altura, sin embargo, «todos lo llevaron con normalidad y se adaptaron fácilmente» asegura Fina Costa, quien también señala que tuvieron condiciones meteorológicas de todo tipo «llovió, como es normal aquí, y lo mismo nos encontrábamos a cuatro grados que hacía calor; pero esto no nos impidió disfrutar del viaje, todo lo contrario nos permitió vivirlo con intensidad conociendo mejor todos los aspectos del lugar, incluida su climatología muy variable». Si hay algo que resaltar del grupo, Fina Costa asegura que fue su resistencia «pese a que era un viaje intenso, con muchas horas de vuelo, excursiones largas y difíciles, todos estaban siempre con una sonrisa disfrutando de la aventura, porque lo que vivimos fue una aventura».
El viaje
Cusco fue la primera parada. Conocida también como la Ciudad Imperial, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Visitaron, entre otros, el Templo Koricancha, un antiguo palacio inca y centro de culto al dios Sol; la Plaza de Armas, donde se haya la Catedral; y la Fortaleza de Sacsayhuamán, una imponente muestra de arquitectura militar incaica. En el taller de arte Inka’s Expresion pudieron apreciar una muestra de los diversos usos de los productos naturales peruanos (plantas, frutos, hortalizas...) y conocer sus propiedades nutritivas, curativas y cosméticas.
En su segunda expedición, conocieron el Valle Sagrado; Moray, con sus enormes terrazas agrícolas circulares y semicirculares usadas por los incas como laboratorio botánico; también visitaron las salineras de Maras, de donde se extrae la sal rosa, una de la más usada por reconocidos chefs internacionales. Ollantaytambo es uno de los complejos arquitectónicos más monumentales del antiguo Imperio Inca y uno de los pocos lugares donde los conquistadores españoles perdieron una batalla importante.
Y llegó el turno del Machu Picchu, uno de los hitos turísticos mundiales. Un tren les llevó hasta el pueblo Aguas Calientes; la belleza de los paisajes naturales no tiene parangón; el trayecto culminó en el Machu Picchu, donde tuvieron tiempo libre para recorrerlo y tomar espectaculares fotografías para el recuerdo. Las llamas, el animal más internacional del país, se dejó ver durante todo el viaje, y en esta salida no fue de otra manera. La visita no pudo concluir de mejor forma: un almuerzo en un restaurante local en Aguas Calientes, donde volvieron a confirmar, una vez más durante el viaje, que Perú cuenta con una gastronomía excelente.
La última parada del viaje antes de regresar a Palma fue Lima, La Ciudad de los Reyes. Los distritos de Miraflores y San Isidro dieron la bienvenida a un grupo que también descubrió un centro histórico plagado de historia. Visitaron el Convento de Santo Domingo, Patrimonio Cultural de la Humanidad donde yacen los restos de los santos patronos San Martín de Porres y Santa Rosa de Lima; la Plaza Mayor, el Palacio de Gobierno, el Palacio Arzobispal, la Municipalidad y la Catedral.
En su degustación gastronómica, también tuvieron la oportunidad de probar el Pisco Sour, un licor típico de Perú.
No fueron las únicas visitas, pero sí algunas de las más llamativas. Sin duda un viaje que ha llenado los corazones de los suscriptores.
