Viajes Fama reunió a un numeroso grupo formado por clientes de la agencia y suscriptores de Ultima Hora para visitar Menorca.

El pasado fin de semana arreciaban tormentas sobre Mallorca, mientras que Menorca disfrutaba de un tiempo calmado, incluso soleado. Así fue como la meteorología permitió disfrutar de una intensa escapada a la que, Paco y Santi, de Viajes Fama, les acompañaron.

ARRANCANDO EL VIAJE
El viernes por la mañana embarcaron con Balearia en la ciudad de Alcúdia, una vez llegado al destino, dos autocares los estaban esperando para, sin perder un minuto, empezar a redescubrir Menorca.

Una de las primeras paradas fue en Puerto Addaya, «una zona bonita y algo desconocida para el turista en general» nos comenta Paco. Tras ello, el queso fue el protagonista de su siguiente visita en la finca Subaida. Un vasto terreno dedicado a la producción artesanal del Queso de Maó Denominación de Origen. Allí, una degustación y el recorrido por la granja y la fábrica mostró al grupo el trabajo que hay detrás de tal manjar.

Tras este ajetreado e interesante encuentro menorquín, los autobuses se dirigieron al hotel en la zona de Son Bou y contaron con la tarde libre para conocer los alrededores. A al caer la noche y tras la cena -el viaje incluía pensión completa- era el turno de los espectáculos: acrobacias y el show del Rey León para los más pequeños.

La jornada del sábado fue completamente libre y los suscriptores disfrutaron de paseos, playa y algunas compras, así como del resort.

ÚLTIMO DÍA
El domingo volvió a juntar al centenar de personas en un recorrido por casi toda la isla. Uno de los lugares visitados fue el poblado talayótico de Trepucó, con más de 5.000m2 es uno de los más importantes de Menorca y con la ‘taula’ más grande. Otro punto fue Binibeca y sus encantadoras calles estrechas; también apreciaron los paisajes de Monte Toro, desde donde, y gracias al día soleado, pudieron ver Mallorca. Maó era parada imprescindible y allí visitaron el ayuntamiento, la iglesia de Santa María y El Carmen, un antiguo convento ahora reconvertido en mercado.

Para la hora de comer se volvieron a desplazar a Ciutadella donde una rica y típica caldereta de langosta les esperaba.
Finalmente, se deleitaron con un poco de tiempo libre hasta el momento de regresar a Mallorca.