Se trata de una de las excursiones más típicas de Mallorca, pero no por eso pierde todo el encanto que la envuelve, pues reúne factores que pocas veces se pueden disfrutar en un mismo día.
El pasado sábado, un nutrido grupo de suscriptores se sumergió en una excursión que comenzó en la estación de tren con el que llegaron a Sóller; una vez allí, y haciendo uso del centenario tranvía, se trasladaron al Port de Sóller, donde se embarcaron en uno de los Barcos Azules para llegar a la mítica playa de la Calobra. El día soleado permitió disfrutar de la espectacular desembocadura del Torrent de Pareis con esa pequeña playa de cantos rodados. Y precisamente por el sol que lució durante toda la jornada, los excursionistas quedaron muy encantados con las gorras y sombreros de Última Hora que se regalaron; Margot y Paquita fueron las encargadas de hacer los honores representando al Club.
Por su parte, el Club del Suscriptor quiere transmitir, tanto al Tren de Sóller como a los Barcos Azules, su gratitud por la buena atención que recibieron durante todo el trayecto.
Jornadas como estas son las que recuerdan que el Club está siempre ahí para hacer vivir emociones únicas.