Un total de 40 suscriptores, junto a Mita Estarellas, del Club del Suscriptor, viajaron la pasada semana a dos joyas de Castilla: Salamanca y Segovia. Un viaje exprés de tres días en los que no faltaron buena gastronomía de la región, visitas a los edificios más representativos y paseos por las calles con más carácter de ambas provincias.
Antes de avanzar con el recorrido que llevaron a cabo, Mita quiso detenerse en hacer mención sobre «Marisa, nuestra guía de principio a fin, un auténtico libro andante», asegura Estarellas en referencia a las explicaciones que concedió todo el viaje. También quiso agradecer la simpatía y buen hacer del chófer, Julio.
Ahora sí, ya en el itinerario, lo primero en conocerse fue Salmanaca, en un tour completo que pasó por: la Plaza Mayor, los soportales, la Clerecía, la antigua sede de la Compañía de Jesús, la Casa de las Conchas, el palacio más importante de la ciudad, y el barrio de la Universidad, la más antigua de España. También pasearon por las calles, llenas de patrimonio histórico y artístico. Sin duda, un día más que completo que bien merecía un descanso en el confortable hotel.
Al día siguiente, directos a Mogarraz, localidad conocida como ‘el pueblo de las caras’. Es un Conjunto histórico y artístico situado en el corazón del Parque Natural de Las Batuecas y Sierra de Francia. Después se dirigieron hasta Miranda del Castañar para recorrer su casco antiguo con ese carácter medieval que confieren sus casas de mampostería y madera características de la sierra. También admiraron su muralla de más de 600 metros, intacta y con las cuatro puertas que dan acceso al recinto histórico, orientadas a los cuatro puntos cardinales. La Alberca fue el lugar escogido para almorzar «un espectacular cabrito del que todos disfrutamos mucho» asegura Mita.
Al día siguiente el grupo tomó rumbo a Segovia, donde el famoso Acueducto de origen romano sigue dejando boquiabierto a todo aquel que lo visita. Desde allí, subieron la ciudad en un idílico paseo por su legado histórico, observando, por ejemplo, la fachada del palacio de Cáscales, un edificio medieval; o la plaza de San Martín con su iglesia románica, el torreón de Lozoya, la Casa de Solier y mucho más. Además, la Judería, la plaza Mayor y su bonita Catedral. Antesala del recorrido que les llevó hasta el Alcázar, otro de los símbolos de la ciudad. Un lugar de cuento donde el grupo se despidió de Castilla y León para regresar a sa roqueta.
Cabe mencionar que para este viaje se volvió a contar con Halcón Viajes como empresa organizadora, desde el Club aseguran que «siempre es un acierto contar con su experiencia y con la profesionalidad de Mª Jesús Calderón, directora de Grupos de la agencia y su equipo».